Nunca se dirá pero aquí lo digo, no para vanagloriar algo sino para reconocer que lo esencial de Santa Cruz y de cualquier otro pueblo andino, es su cultivo constante de la naturaleza eterna, su cercanía a las leyes físicas y su fidelidad a los designios de Dios.
En el camino común que los hombres emprendimos, desde los orígenes de nuestra especie, lo mas importante es no perder el sentido bueno y correcto de la vida. Sin saber y con muchísimo sentir, vivimos aquí, las mil patrias, los mil sueños y las glorias de maravillas que la existencia puso en cada uno de nosotros.
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